domingo, 15 de marzo de 2009

Onírico (sin fin)

Debíó haberse quedado callada.
Vivir el momento, disfrutar, hacerse la tonta, hacer creer que efectivamente él tenía el control de la situación (aunque no fuese cierto), hacerlo entender
que la carita de niña buena si es real y no solo aparente.
Pero no, ella sacó las garras, empezó a jugar ( y de que manera)... "No juegues con fuego que te vas a quemar".
Una mirada directa dice mucho...una mirada ambigüa dice más.
Recurrir siempre a la tabla salvadora de la amistad, para no aventurarse en el océano embravecido de la incertidumbre...como la avestruz, es mas fácil esconder la cabeza en la tierra ante lo evidente y su peligrosidad.
Así lo hizo ella, no se atrevió ( y creo que jamás lo hará) .
Él no la conoce, quiere conocerla, le gusta, la mira y se siente raro...pero es tan compleja,es tan distinta y a la vez tan parecida y la siente especial...
Ella lo ve perfectamente imperfecto...y se asusta por eso. Nó existe el hombre de los sueños, toparse con alguien tan cercano a lo que añoraba la hace dudar.
Todos tenemos defectos, pero los de él son dulces y la remencen como el viento.

A ellos les gusta compartir su tiempo, simplemente estar, saberse juntos. Contarán siempre el uno con el otro. Sentirán siempre lo mismo...pero nunca lo dirán.

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